Primeras clases

Fui el jueves a las 14:00 a hablar con el director del «liceo» (instituto) No me hizo mucho caso, la verdad, y me dejó con el jefe de estudios y el profe de inglés que me soltó un rollo importante sobre la metodología de las clases, como si yo nunca hubiera ido al colegio… La conclusión a la que llegué es que no tienen nada de orden. Dicen que están cambiando el sistema y entre medias, por lo que se ve, no aprende nadie. Partiendo de la base de que las clases son de 14:00 a 18:00, ya podéis imaginar cuánto se aprende, y que no hay matemáticas o inglés todo el año, por ejemplo, sino sólo un semestre,  o que las clases empiezan en agosto pero nadie va hasta septiembre… Un caos.

El instituto como edificio me pareció que estaba muy bien. Es bastante nuevo y aunque da un poco la sensación de cárcel, por cómo está diseñado -como se ven las prisiones en las pelis, con un pasillo central y celdas a los lados en varios pisos- está bien. Luego te fijas mejor y en realidad no está bien pensado. Lógicamente tienen que tener las ventanas abiertas porque si no 40 chavales metidos en clases minúsculas, se mueren, pero eso hace que en realidad nadie pueda explicar ni escuchar ni nada de nada porque se oye el jaleo de todas las demás aulas.

Me llevaron de tour por los cursos en los que daré clase y donde al parecer me dejan a la buena de Dios… Lo que no sé es quién dio esas clases antes de que yo llegara, pero prefiero no preguntar, porque cuando pregunté al profesor si había que seguir algún método o si había que enseñar algo concreto me dijo «ya sabe usted que cada niño es especial, no todos aprenden igual, y claro, el método que nos envían es completo pero desordenado porque la primera semana te dicen que expliques el presente y la segunda a lo mejor el futuro, y claro, se pierden…» ¿Ein? ¿Que se pierden? ¿Y cómo se hacen entonces los saltos de un tema a otro? Porque digo yo que tendrán que aprender de todo… En fin, que me pareció que ahí no hace nadie nada y  salen del colegio sin aprender.

Me han tocado dos primeros y dos segundos, creo, que vienen a ser nuestros primero y segundo de BUP, así que ni tan mal, porque en los cursos superiores te encuentras con gente de 20 años con tantas ganas de estudiar como yo de tirarme por un puente. De los cursos, uno tiene pinta de ser «cañero» precisamente por ser más mayores, otro, está desbordado de gente, y los otros parecen «normalitos». Cuando me presentaron hicieron hincapié en el comportamiento más que en otra cosa, así que supongo que los problemas de disciplina están a la orden del día. Veremos…

Quizá pueda ir a algún batey a dar clases, pero depende del transporte porque están lejos y al parecer quieren cobrar mucho por llevarme. Al principio debía ser algo razonable pero ahora han debido pensar que hay oportunidad de «sacar cualtos a los gringos» y en esas estamos.

Todo el mundo dice que en los bateyes es donde más se aprovechan las clases y la gente se interesa, así que estaría bien ir. A ver lo que consigo hablar con el director y si nos ponemos de acuerdo.

Tengo 10 horas de clase a la semana por las tardes. El liceo está como a 10-15 minutos de la casa, que en circunstancias normales no es nada, pero aquí es un suplicio porque hace un calor que te mueres por la calle a esa hora y el sol no perdona. Me llevo el paraguas pero aún así llego empapada y cocida.

Al principio me parecieron pocas clases (aún faltan las de la mañana en los campos) pero es que tampoco pueden ser muchas más viendo la cantidad de horas que van al colegio. Es posible que también dé clases en la escuela primaria a los más mayores, que deben ser la caña de España, en este caso de Guasa…

Para muchos, como en España, lo importante es «pasar de curso» y ya. Pero aquí se acentúa más el problema porque la mayoría no le da importancia a la educación. Sí, hay que saber leer y escribir, pero para vivir «tranquilo», no es necesario mucho más.

(…)

Empecé a escribir esto antes de mi primera clase y ya la he dado. He ido al colegio donde tengo que reconocer que la mayoría de los profes pasan olímpicamente de mí y del sistema en general. Yo saludo, sonrío, pero ya está. A nadie se le ocurre venir a preguntar, seguir la conversación que yo pueda empezar… Nada. Es un poco… triste, la verdad. Además, es increíble… Las clases empezaron en agosto a mediados y yo no estaba. Bueno, pues  los de mis cursos, no han tenido profesor un mes! Entero! Porque «no sabían cómo hacerlo»… Mmmm… ¿Un sustituto? ¿El profe de siempre? No sé si es dejadez, si es que no les da de sí el coco, si no tienen recursos, si no saben usarlos… Ni idea, pero es un poco frustrante . Intuyo que no me voy a enterar de nada en general. Hoy, sin ir más lejos, oigo que hablan de algo que pasará a las cinco. Doy gracias a que sé español y pillo conversaciones sueltas para poder preguntar, porque era que no había más clase. No sé cómo harían los pobres guiris anteriores, sin enterarse de nada. Como que uno espera algo más de consideración pero, nada, habrá que acostumbrarse.

Andaban quejándose del sueldo, del horario y de todo en general (porque el dominicano se queja mucho) y me acordé de que me comentaron que el año pasado hicieron huelga porque querían reducir la jornada a dos horas al día. Evidentemente, con «profesionales» que no quieren trabajar, es imposible que se llegue a buen puerto.

He ido a mi primera clase, en segundo, y la verdad es que ha ido super bien. Son gamberretes y tienen nivel cero patatero, pero han participado y ha estado bien. Luego he ido a primero y ahí ha sido otro cantar. Gritos, voces, adolescentes idiotas en estado puro (de los chistosillos) y les he dicho que yo no me voy a dejar la garganta explicando y que si prefieren que copie en la pizarra  y ellos lo hagan también para luego estudiar, por mí perfecto. Ha funcionado a medias. Veremos el próximo día porque se ven que son petardos pero majetes. De hecho de vuelta he oído un «¡adios profe!!» desde  una moto, y luego me han llamado a gritos por la noche otras tres chicas para charlar un rato. 

Por lo que he hablado con el director, creo que no voy a ir a los campos. Todo el mundo dice que es mejor dar clase allí, pero las cosas se complican porque es muy caro el transporte. Veremos. 

Y esta noche ha venido Manuel, un chaval muy majo que fue el que nos indicó la casa el primer día, a preguntarme que cuándo son las clases en la biblioteca. Yo, que no tenía ni idea de que había clases en la biblioteca, le he dicho que veríamos (ya parezco de aquí, sin dar respuestas claras) Es un chico muy majo que quiere aprender y se ve que le pone interés. Además, tiene conversación y se agradece porque lo cierto es que aquí, no es fácil encontrar gente con la que hablar. Por ahora es él y el padre de Poto una pizca, pero ya está. Evidentemente también tengo a super Poto, que es más majo que las pesetas y  pierde el culo para estar conmigo, pero no olvidemos que tiene cinco años, jejeje.

Supongo que el fin de semana buscaré la manera de «enganchar» a los de las clases, preparando alguna actividad que no haga que se mueran de aburrimiento. 

Lo mejor de las clases, es que por el camino me saluda siempre un tipo con el que creo que me sentaré alguna tarde a charlar. Parece mentira, pero es complicado hacer amigos aquí. Todo el mundo alardea de lo abierto que es el dominicano, pero no es cierto. Quitando el «buena tarde, ¿cómo tú tás?» No consigues mucho más. También conoceré a más estudiantes y supongo que eso ayuda. De hecho, una voluntaria anterior se hizo muy amiga de dos de las del instituto, pero es raro… Como aquí la gente a mi edad tiene mil hijos, ha vivido con mil parejas y demás, supongo que no tenemos mucho en común, y es normal que al final te juntes con la gente que tratas más, aunque les lleves mil años… 

Veremos si también con las clases en la biblioteca y las particulares, amplio mi círculo, jejeje.

Seguimos en ello…

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