Cuando vives en otro país, a veces hay malentendidos, malas interpretaciones o simplemente, las cosas son diferentes. Y a mí me hacen gracia, no vamos a engañarnos, aunque alguna vez te mueras de vergüenza (no es el caso… AÚN). Estas dos que cuento hoy son de las dos últimas semanas y todavía me estoy riendo.
Vino la selección femenina de balonmano y allá que fuimos a los partidos, claro, los de siempre… un compi, el jefe y yo, añadiendo esta vez a otro más que nunca va a nada, pero le engañamos un poco diciéndole que luego nos íbamos de copas (aunque no bebemos…) vimos a las jugadoras de nuevo y uno de mis compañeros, macedonio él, ligón a más no poder, se enamoró perdidamente de una de ellas. Cuando digo perdidamente es que se pasó cuatro días pensando en ella y aprendiendo cuatro palabras en español para poder “conocerla”, y cuando al fin llegó el momento de presentarse, ella le sonrió y le plantó dos besos, muy a la española y poco a la macedonia, porque el pobre ¡casi se cae de culo de la emoción! Estaba feliz, ¡le había dado dos besos! ¡Le gustaba! Así que el pobre hombre se tiró un par de días cual perdiz hasta que algún malvado realista le dijo que en España damos besos a diestro y siniestro cuando nos conocemos. Moraleja: no des besos a los hombres en macedonia, aunque (voy a decir una maldad) si no eres un poco “de plástico”, no vas a tener éxito y van a pensar que estás loca por ellos, así que puedes hacer lo que quieras y que ellos interpreten, jejeje.

El otro día, como tenemos que mandar tarjetas de navidad en el trabajo, me puse mano a mano con el jefe para pensar en qué idioma y qué poner. Aquí la navidad es raruna (lo cuento otro día con más detalle si es que puedo detallar algo) y el comunismo no ayudó a que la fiesta fuera la leche, por lo que se celebra más el año nuevo, y no se felicita la navidad como tal, pero sí se felicitan las fiestas.
Miramos tarjetas de otros años y encontramos una que habían recibido en varios idiomas.

Distinguimos el macedonio y el inglés, y cuando me puse a pensar cuál era uno en el que distinguía albanés, metí una palabra en el traductor:“Bahtalo” que se traducía por un “vete a la mierda”. La risa que me entró al ver semejante cosa en una felicitación de navidad, fue fina, y acabamos a carcajada limpia, llorando los dos, rojos como tomates y limpiándonos los lagrimones.

Cuando parecía que nos habíamos calmado un poco, busqué otra de las palabras “Ti multsa”, y tuve que pasarle directamente el móvil al jefe porque casi me muero de risa al leer “usted salmonete”.

La idea de mandar una tarjeta navideña en plan “Nuestro mejores deseos a usted salmonete: vete a la mierda, feliz año nuevo”, casi nos ahoga de risa, y al final hemos decidido que no vamos a inventar. A todo esto, creemos que es valaco y roma (un caló macedonio), pero el traductor de san google no llega a tanto.
Vamos, que te puedes meter en un jaleo en un plis plás, que con tanta movida que tienen de idiomas y gente (como si nosotros no tuviéramos, jajaja), pues la lías en un santiamén.
Me imagino que escribiré antes de navidad, pero por si acaso: “ustedes salmonetes, váyanse a la mierda en 2023” o lo que es lo mismo “felices fiestas y feliz año nuevo” 🙂

🤣🤣 Igualmente! Bahtalo!
Bahtalo a ti también, ti multsa!