Cuando no hay nada que contar

No me han llamado aún de la agencia de viajes, tampoco he empezado en el casino y creo que no voy a ser capaz de soportar los » hola! En qué puedo ayudarle?, que pase un buen día» por mucho más tiempo. Reconsidero todas mi opciones y la mayoría pasan por «esperar» y la espera en este caso es insufrible!

Un día pienso que tengo que cambiarme de casa porque paso ya de comer sobras y de dar explicaciones sobre mi «no vida» en Canadá o de ver cómo se sorprende si me voy a tomar un café con alguien -Señora, ya sé que que no tengo una vida social soñada pero no la elijo, créame…-, y al siguiente me doy cuenta de que sin saber qué va a pasar no puedo firmar un contrato de alquiler en otro sitio.
Aún así paso horas buscando apartamentos porque si hay algo más triste que pasar tiempo solo todo el santo día es hacerlo sin intimidad.

Algunos me decís que no cuento nada y tenéis razón pero es que tampoco hay mucho que contar! Estoy más aburrida que una mona, lo reconozco, y a veces rozo la desesperación porque no hago nada que realmente me guste, pero aún así quiero quedarme aquí un tiempito más. O no… No lo sé! Jajaja, así estoy todo el santo día.
He vuelto a ponerme un tope de dos semanas y de ahí no pasa. Si de aquí a entonces no cambia un poco la cosa o al menos no tengo algún tipo de estabilidad, creo que pensaré el irme de paseíto de camino a casa.
Canadá es complicado. No me puedo quejar porque bueno o malo, tengo trabajo, pero conocer gente es difícil a pesar de que todos sean agradables, y eso marca la diferencia. De todos los sitios en los que he vivido creo que este es el más difícil en ese sentido. Pienso en gente que se haya aventurado a venir y no hable con las piedras como hago yo y la verdad es que me da hasta cosa por ellos. Hay gente que dice que es esta zona, pero no tengo intención de cambiarme así como así ( a no ser que me salga trabajo en otro sitio) porque ahora que por fín he dejado de perderme en el bus (no es del todo cierto, jajaja, el viernes volví a dar vueltas!) no me apetece nada perderme en un sitio nuevo (un fin de semana sí, eh?)

Así que nada… A seguir esperando. Prometo contar novedades y supongo que también rutinas y soledades. No estoy mal, no se preocupen ustedes, es sólo que a veces cuesta un poco hacerse a los sitios y este es de los duros de pelar.

Deja un comentario